Es probable que el lector de este artículo conozca el caso de algún familiar, amigo o conocido que recibe una prestación por incapacidad permanente.
Gracias a este tipo de ayudas pueden vivir dignamente muchas personas que por diversas razones no pueden desarrollar una actividad profesional.
El problema, como ocurre con todas las prestaciones, es que siempre hay quien trata de aprovecharse del sistema para conseguir dinero de forma fraudulenta.
Mutuas aseguradoras y empresas recurren normalmente a servicios de detectives privados para destapar casos de fraude a la Seguridad Social de personas que reciben prestaciones fraudulentas por incapacidad permanente.
El objetivo de los detectives privados es verificar la situación real de la persona que percibe o ha solicitado dicha prestación para asegurarse de que no la está cobrando al tiempo que trabaja de manera ilegal en alguna actividad para la que se supone que está incapacitada. Se han dado muchos casos en los que, ante la duda, un detective privado laboral puede ser la solución.
El Sistema de Seguridad Social Español define la prestación por incapacidad permanente como una cuantía que es abonada a una persona para “cubrir la pérdida de ingresos salariales o profesionales derivados de una enfermedad o accidente”.
Ahora bien, para obtener esa prestación hay que constatar médicamente que, tras haber sido sometida a un tratamiento, esta persona presenta una serie de secuelas físicas o psicológicas graves, posiblemente definitivas, que reducen o anulan su capacidad para trabajar. Concretamente, la Ley General de la Seguridad Social determina como requisitos para validar una invalidez permanente los siguientes:
- Que sean previsiblemente definitivas y, por tanto, irreversibles e incurables.
- Que las reducciones sean graves reduciendo o anulando la capacidad laboral.
- Que las reducciones funcionales o anatómicas sean objetivas, es decir, que se puedan demostrar medicamente sin dudas y que no se basen únicamente en lo que diga el interesado.
¿Qué tipo de grados de incapacidad existen?
Una vez que hemos determinado que existe una incapacidad permanente, existen cuatro tipos que atienden al grado de incapacidad:
#Gran invalidez
En este caso, no solo es imposible desarrollar cualquier actividad profesional, sino que se certifica que, como consecuencia de las pérdidas autonómicas o funcionales sufridas, dicha persona necesita la asistencia de otra para hacer actividades esenciales de la vida, tales como comer, vestirse, desplazarse o análogos.
#Absoluta
Este grado reconoce que la persona es incapaz por completo de desarrollar cualquier oficio u profesión.
#Total
Imposibilita para la realización de todas o las más importantes tareas de una profesión habitual, si bien no le impide dedicarse a otra actividad.
#Parcial
Este tipo de incapacidad reconoce una disminución igual o superior en un 33% en un rendimiento normal para el desempeño de una profesión habitual de la persona en cuestión, sin impedirle realizar las tareas fundamentales.
Gracias a las investigaciones sobre fraudes por incapacidad permanente se ha conseguido destapar muchos casos de personas que, por ejemplo, trabajaban en negro en una determinada actividad a pesar de habérseles reconocido una incapacidad permanente para dicha profesión.
Para contribuir a que el sistema funcione correctamente y que las personas que necesiten en realidad estas ayudas las sigan percibiendo es fundamental perseguir la picaresca de quien trata de aprovecharse indebidamente de ellas.
Es por ello que muchas agencias de detectives tienen en plantilla a expertos en materia laboral, quienes pueden ayudarle a destapar estos casos de fraude.
Ya no es solo robarle a su empresa, sino que también roba a toda la sociedad, por ello un detective laboral en Málaga es lo que CISP Detectives puede ofrecerle en caso de que necesite de nuestra ayuda.